Esta semana me he pensado mucho sobre qué tema hablar, y hace poco estuve charlando con un amigo sobre la religión, el cual me resultó un tema muy interesante. Por eso, esta semana vengo a hablar de ese controvertido e interesante tema.
En primer lugar he de decir que me interesa la filosofía sobre dios, no obstante, no soy ninguna experta en el tema, ni de teología y tampoco tengo un fuerte contacto con la iglesia. Sin embargo, estoy bautizada, hice la comunión, incluso me confirmé, además de haber pasado por una educación católica. Haber pasado ese proceso en mi vida, me ha hecho mucho más crítica con la religión, encontrándome actualmente en un punto de indagación, curiosidad y estudio, tanto de mi entorno como de mi misma, en relación al tema.
Hay algo que despierta curiosidad, y es que normalmente, cuando digo que he estudiado toda mi vida en un centro jesuita, que he asistido a experiencias en él... la gente hace comentarios fuera de lugar, quedándose en lo superfluo, tales como "¿En serio crees que hay un dios todopoderoso?", sin ni si quiera preguntarme si soy o no creyente. Como he dicho antes, recibir esta educación me ha hecho muy crítica con la religión. A día de hoy considero que he recibido una gran educación, basada en valores como la solidaridad, responsabilidad, tolerancia, cooperación... Todos ellos aportados desde el centro en el que, prácticamente, he crecido.
En un principio, yo creía en dios por cuestiones ambientales, de entrada ya estaba bautizada, el entorno tanto escolar como familiar... Ahí creer en dios es cómodo, todo el mundo lo hace y no supone esfuerzo, pues en muchas ocasiones, se obvia. Después llegó el momento en el que me hacía preguntas, dios existe pero la biología y la física también. Todo eso entra en conflicto, y finalmente acabé abandonando la idea de dios, dando por hecho que no existe, y quedándome con los grandes conceptos racionales.
A día de hoy, si me preguntas, no se decirte en qué creo. Si algo está claro, es que no creo que haya un dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, tampoco creo que haya vida después de la muerte, y rechazo profundamente la moral cristiana que alude al sentimiento de culpa, arrepentimiento... En ese sentido, Nietzsche hace una gran crítica, proclamando la "muerte de dios" abriendo así las puertas al desarrollo pleno del ser humano y a la liberación de su fuerza creadora, de manera que el dios cristiano quede arrinconado junto a sus mandamientos y prohibiciones. En cierto sentido, considero que creer en dios es lo fácil en muchas situaciones, como la muerte de algún ser querido, pues te apoyas en que en otra vida lo verás.
En ese aspecto, me siento más desnuda ante la pérdida de alguien. Por eso mismo, considero que, para muchos, dios puede ser una forma de compañía hacia la muerte, si nadie te acompaña, ¿qué sentido tiene la vida?.
Por último, me gustaría definirme como una ferviente creyente de la contradicción. Creo que verlo todo blanco o negro puede ser muy peligrosos, y que gracias a la contradicción se puedo entender mejor que no lo puedo entender. No debemos juzgar a las personas por sus creencias religiosas, al contrario, resulta un tema muy interesante sobre el que investigar. Espero que os haya gustado, hasta otra!!
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